Arigajart!

viernes, 28 de marzo de 2008

Ya estamos en Kyoto! Y con conexión (menos mal)... Lo dicho, lo prometido, aquí seguimos contando movidas...

Ueno

Levantada general y empaquetamiento de todas las cosas porque nos piramos del hotel (volveremos para pasar la noche del 1 al 2). Como no tenemos que ir al hotel Capsula hasta la noche, dejamos las maletas en el Edoya y nos vamos, mochila a cuestas, al parque de Ueno (que lo tenemos al lado) ya que... los cerezos... han florecido :)

El parque de Ueno está llenos de peña paseando, gente con sus obentos comiendo bajo los cerezos y unos cuervos del tamaño de... microondas gritando como jartos. Siguen dándonos miedo. El paisaje es una pasada. Para que lo podáis ver, mirad en las fotos, aunque verlo aquí es la leche (somos unos cabrones...). Comemos nuestros obentos sentados en el parque ante la atenta mirada de los locales que nos miran con cara de asombrados al ver a tres melones comer con palillos a grandes velocidades... el hambre hace maravillas.

Volvemos de Ueno dando un paseillo (hace fresquillo) y nos vamos a Akihabara otra vez, donde Ángela y Jasone vuelven a engorilarse, lo cual nos hará ir al día siguiente a correos a mandar otro paquete más... Vamos bien. Vuelta al hotel a pillar las maletas y tomamos rumbo al hotel capsula. Miedo.

Tras dejar los zapatos en una taquilla y dar la llave a la tía de recepción, esta nos da una llave, que será la que abrirá nuestra taquilla y la que tiene el número de nuestra cápsula. No se Ángela y Jas que tal, pero yo... Digamos que no era incómodo el hueco para dormir (con radio y tv, aunque para lo que dan y lo poco que entendemos... pues poca ostia). Una fina cortinilla nos separa de los ronquidos amenazantes de los demás lugareños que usan este hotel como remedio a haber perdido el último tren o cualquier otra razón que no queremos saber... A dormir... ZzZzZzz

A Kyoto

Nos levantamos y nos piramos del Nicho-Palace a la estación de Tokyo, donde pillamos el Shinkansen (tren bala) hacia Kyoto. Imaginemos que el viaje de Tokyo a Kyoto, el cual dura unas 2 hora y tres cuartos es equivalente a la distancia entre Madrid y Barcelona. Comemos piruletas de chocolate que Anglea sacó de una máquina de esas de la grúa y tal...

Si alguien se pregunta por las vistas.. ni idea, porque en cuanto el tren ha cogido un poco de velocidad, nos hemos sobado como ceporros. Mientras intercambiábamos piruletas de chocolate por figuritas de Origami con una niña, llegamos a Kyoto.

Kyoto es como la hermana menor de Tokyo, mucho mas tranquila y menos agobiante que el origen de nuestro viaje. Una vez localizado el Ryokan e instalarnos (nos han ofrecido ceremonia del té!), nos vamos a dar una vueltilla, a catar sitios y a dejarnos sorprender por el mercadillo de frutas, pescado y demás cosas sin identificar (ni sabemos que era... ni queremos saberlo...). Un dunkin donuts japones y unas comprillas después, nos volvemos al hotel a catar la terma. Plan para mañana... Hiroshima y si puede ser... Miyajima :)

Seguiremos informando

Escuchando -"Battlecry" - Samurai Champloo OST

2 comentarios:

Mugalari dijo...

Un placer la charleta de hoy, jejeje, que majos estais con los yukatas...
Nos estáis haciendo pasar una envidia increible, cabrones!!!!!
Bueno, y ahora toca Hiroshima, en fin... de esos sitios que uno no quiere que se multipliquen. Espero la crónica...

Anónimo dijo...

sólo puedo hablar acerca de la asquerosa envidia y de que me estoy comiendo las 23896324756271 fotos que has puesto en tu flickr...